Ensayo (Regalo de Navidad)

Presento este ensayo tal como lo escribí, sin correcciones: Impuro e imperfecto.

Navidad que muere, tradición del año, unos van bebiendo otros van muriendo…


Parece ser una sátira impasible hacia la navidad, pero es una realidad. La alegría libertina de nuestra época nos enseña exactamente lo que NO ES la Navidad. Una interesante crítica, que quizás, usted mismo que no puede vivir sin el alcohol será capaz de comprender. Incluso aquéllas señoras que adornan sus casas al punto que parecen de caramelo y que son el centro de atracción de la vecindad, barrio o urbanización.
Sé que mis palabras pueden ser ofensivas, pero no me molesta en lo absoluto porque ceñido a la verdad estoy, así que tienen mi más sincero permiso a sentirse profundamente vituperados. Dicho esto comenzaré de la forma más inclemente:
Bastará decirles en primer lugar que les considero como el eslabón más bajo de la raza humana, sí señor, a ustedes los “rumberos” y a los “pavos” de hoy en día, sin que se me escapen los viejos procaces que tanto me asquean con su maldita cerveza o botella de whisky (costoso o no) con ínfulas de prestigioso que sólo consiguen mediante este tipo de conductas.
Empezaré pues, con los jovencitos. Pero ¡Dios Mío!, ¿Qué le pasa a esta juventud? Todavía me sorprende cómo es posible que desperdicien su vida dedicándose al libertinaje. Puede usted a cualquier hora de la noche y los verá, reunidos al lado de un automóvil con un sonido estridente y por supuesto cerveza en mano. Y no sólo eso, sino que también se mezclan las drogas y cualquier otro tipo de estupefaciente. Ahora, ustedes Jovencitos, ¿acaso la única meta en sus vidas es la diversión, o mejor dicho, la Insana diversión? Para ellos es menester divertirse porque viven agobiados por los estudios, podría ser comprensible, pero de allí a que el alcohol sea lo único que puede matizar la “Rumba”(la palabra más indeseable que he podido escuchar). Pues bien, esto por una parte, la otra es que no sólo el alcohol es el alma de la fiesta sino que es un excelente conductor hacia el sexo, es decir que el hombre ya no es hombre por el encanto que pueda provocar en una dama, o si quiere llevársela a la cama, le es imposible hacerlo lúcidamente, o al menos sin darle a probar alcohol a ellas. ¡Qué vergüenza siento entonces por ustedes! ¡Y se hacen llamar Hombres!. Pues se los digo a todos, que no lo son, únicamente su capacidad de ligar depende de una sustancia que altere la conciencia, pero Por Dios, antes eso se lograba con una caricia o con una palabra. ¿Qué es lo que hacen?. Y ustedes jovencitas, ¿qué acaso no se valoran?¿con cuanto sacrificio les han criado sus padres para que sean buenas chicas? Al parecer eso no les importa, cuando tienen 17 quieren cumplir rápido la mayoría de edad para entrar a una Discoteca, claro está “Legalmente”, porque ya otras tantas veces han entrado valiéndose de cualquier artimaña. Pues estas chicas, bellas, como no, por supuesto que han de ser bellas, pero su autoestima es tan poca, que la única manera en que se sienten valoradas es mediante una invitación a una “rumbita” o a una “bebedera” para que las llenen de labia y por supuesto más toqueteadas que una prostituta. Bien, les gusta el sexo, les encanta, ¿a quién no?, pero pregúntense ¿es esta la manera?, realmente entre “palos”, baile y besos, cualquier palabrita rime o no, parece hermosa. Un tiempo más tarde, o al otro día se despiertan llenas de baba, alcohol y flujo y se van tranquilas a su casa, la madre o el padre le hacen una escenita por no haber llegado “a las 12” y la castigan por un fin de semana, pero siempre la niña obtendrá indulgencia y una vez más “confiarán en ella”.
Ahora ustedes, padres..¿qué esperan de los pobres hijos que tienen? ¿No se sienten culpables cuando un Jovencito que acaba de graduarse, muere esa misma noche por andar en una caravana o en un Ford Fiesta con 5 jovencitos más dentro y sin bajar de 160 Km/h?. No verdad.. No se sienten culpables. Prefieren culpar a Dios y al tránsito por la desgracia ocurrida, pero no se dan cuenta de quién les dio la rienda suelta. Vaya, qué caraduras pueden llegar a ser los padres.
Pues les digo señores y sí, quiero que mis palabras les escuezan porque los llamaré Irresponsables y Culpables por la muerte de cada joven que yace bajo las ruedas de un automóvil, despedazado.
Piénsenlo Madres, si así puede llamárseles. Un hijo al cual dieron a luz, al cual criaron y que tanto quisieron. ¿Vale la pena entregarlos a las manos de la muerte tan fácilmente?. ¿Cómo se siente Usted, señora madre y también usted señor padre, cuando le dicen que aquellas piernas son las de su hijo, pero que la cabeza y el tronco no fueron encontrados? ¿Les escuece lo que digo? Sí, quiero que sientan el dolor y la culpabilidad, porque se lo merecen porque si su hijo murió ¡Bien merecido!, pues se ha cumplido la voluntad de sus padres. Los envían a la muerte y ella se hace presente.
Discúlpenme aquellos verdaderos padres que han perdido a sus hijos en accidentes de tránsito debido a que un conductor irresponsable ha hecho una mala maniobra, o bien sea, estos autobuses de líneas muy conocidas que no regulan la velocidad. Mis más sinceras disculpas a ustedes, ya esto es culpa del gobierno y de las compañías.
Quizá me haya desviado mucho del tema, pero quería ilustrarles la mente de lo que ocurrirá en estas navidades:

La señora Fulanita, empieza a arreglar la casa, coloca las instalaciones navideñas, todo un carnaval venezolano, sale a comprar los adornos navideños, las bambalinas. Arma el arbolito, qué bello le ha quedado, es causa de envidia de sus amistades. Llega el día y hay que montar el pesebre/nacimiento y si los primeros 15 días no se ha montado, es causa de stress y de una profunda preocupación por no tener el juguetito montado. ¿Pero no hay musgo? ¿Dónde lo conseguiste? Ahora es aserrín pintado. Lo consigue, monta las figuritas sobre unas montañitas de papel pintado con Wiki Wiki, que por supuesto los buhoneros te ahorran el trabajo y lo pintan por ti para vendértelo al mejor precio.
Pero eso no es todo, faltan las hallacas, el pan de jamón, el pernil, la torta negra, las galletitas de navidad, el panettone y los refresquitos. Después de todos los preparativos llegan los días importantes el 24 y el 31, los muchachos estrenan, también las señoras, y los señores se beben un buen whisky. ¡Bonita tradición! ¿No es así?.
Mientras jorge luis llama a los panas, o lo llaman a él, para reunirse y darse la feliz navidad y pasarla chévere con una botellita de whisky o simplemente unas Smirnoff que tan de moda se han puesto, vaya vaya.
Es interesante, porque lo más bonito de todo es que antes de Diciembre la familia era más completa, pero el año que viene ya falta uno, siempre hay un muerto, es la triste realidad.
Señores no les digo que no se diviertan, que no consuman licor si así lo desean, pero piensen un poco en el verdadero significado de estas fechas, más que adorar a un niño en un pesebre o escuchar gaitas y beber licor a granel, lo importante es que hemos sido bendecidos un año más con nuestra familia completa, no desperdiciemos estos bellos momentos que quizá pueden ser los últimos. Los critico duramente porque saben que lo merecen y en lo más profundo de su ser me dan la razón. Algunos se sentirán ridiculizados y puede que replanteen su forma de ver las cosas, pero seguramente otros ni lo leerán, o se reirán y me dirán “anticuado” sobre todo los jovencitos. Pero les confesaré: Tengo 22 años, nunca he consumido alcohol, me de divertido con mis amistades, familiares. Tengo a toda mi familia viva, puedo decir que he sido afortunado. Si yo soy un joven y nunca he requerido de la “rumba” ni del alcohol, ustedes también pueden, trabajando la conciencia, pensando un poco más, dándole valor a las cosas que sí lo tienen y execrando las que no lo merecen. Puede haber diversión sin alcohol, sexo sin alcohol, amor sin alcohol. Y por supuesto “Sin Reggaetón”, pero este es un tema que dejo aparte, sobre el cual prometo pronunciarme pronto.

Felices fiestas, espero que este año conserven sus vidas…

Y para los que sigan en el mal camino, les deseo una feliz muerte en un accidente de tránsito o en una riña fuera de una discoteca, oraré por ustedes para que su alma sea bien recibida.

Me despido de ustedes, esperando haberlos hecho comprender. Sin nada más que decir…

Att. D. Aenema. (Antiguo pseudónimo)